24 de diciembre de 2013

Cuento corto de pre-navidad


24 de diciembre: saco el pavo del refrigerador después de una noche de baño en agua con especias. La movilización del pavo hasta el horno requiere un viaje de algunos kilómetros. Pavo al carro, motor encendido, vamos. De repente miro por la ventana y una persona muy veloz pasa a mi lado. Que loco. Perdón, un peatón (existen!) muy campante va a mayor velocidad. Miro a mi alrededor, somos varias las personas en auto. Solitarias en burbuja de metal, contaminando y con mala cara. Solitarias, una a una, en vehículos. Tráfico, creado por quienes están a mi lado. Pienso: yo estoy alado de ellas. Exclamo: soy yo. Me avergüenzo. Ahora la manada, que no avanza, pita y grita. Caos. El semáforo en amarillo y un auto se adelanta, no logrará llegar al otro lado. No lo logra. Verde, en el cruce, pero no pueden pasar por la atrevida que no lo logró. Horror. Logro escapar, regreso a casa, inflo la llanta, pavo a la canasta, pedaleo. Ahora si, feliz navidad!